En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 3º establece que la educación que imparta el Estado deberá ser obligatoria, universal, inclusiva, pública, gratuita y laica.

Existen diferentes niveles de educación: educación básica, media superior y superior. La realidad es, que sólo un 16% de la población de jóvenes y adultos cuentan con una educación superior (licenciatura), y esto no significa que las personas sean competentes en la profesión que estudiaron; desgraciadamente el sistema educativo en México solo se enfoca en un solo aspecto, el brindar conocimiento, capacitar, capacitar, capacitar, a los estudiantes.

Todos hemos visto los anuncios de publicaciones de vacantes de empleos y te solicitan ser joven y tener muchos años de experiencia, ¿Por qué no quieren contratar gente recién salida de la universidad? La respuesta es que los estudiantes al graduarse poseen un conjunto de conocimientos obsoletos y que éstos muchas veces no responden a lo que se necesita para actuar en la realidad, en el campo laboral.

Ahora imagínense cuantas personas de distintos niveles se encuentran laboralmente activas desempeñando una función y estas no han sido ni capacitadas, ni entrenadas y mucho menos cuentan con algún documento que las avale de que son competentes en sus funciones.

Actualmente en México existe una falta de profesionalización en muchos sectores, hay muchas áreas laborales que no requieres tener un título universitario para realizarlas, pero el hecho de no necesitarlo no significa que esa actividad sea menos importante, y tampoco significa que realmente no interese si desempeñas esa actividad correctamente o la desempeñes como coloquialmente se dice “al ahí se va”.

Cada función productiva tiene su grado de dificultad y es esencialmente importante que la persona encargada en desarrollar determinada función realmente sea competente para  realizarlo. Eso ayuda  a que la función se realice eficientemente, efectivamente, sea más productiva el área y se tenga la certeza de que se está realizando correctamente las actividades.

La tendencia es que los programas educativos a nivel superior tengan un enfoque por competencias profesionales, esto ayudará a mejorar la preparación para lograr una mayor pertinencia para que los estudiantes al salir puedan incorporarse a laborar, cubriendo las necesidades que se requieren cubrir en el campo laboral.

Por tal razón el mundo está cambiando y está impulsando la educación basada en competencias.

Las competencias laborales, no solo son para actividades que requieren un título universitario para ejercerlo, también esto aplica para un sin número de funciones productivas que requieren que personas especializadas y profesionalizadas ejerzan estas funciones.

Desde la chica que te atiende en el spa, como el Custodia de mercancías en movimiento, el consultor de empresas rurales, la persona que se dedica a la cosecha de cítricos, el personal de limpieza de cocinas industriales, la “Asesoría en Comercialización de bienes inmuebles” y otras más 1000 funciones productivas que cuentan con un estándar de competencia.

Si queremos impulsar a México, a ser un país más productivo es fun- damental la educación, la preparación de las personas para que puedan ser competitivas en sus actividades, por ello la importancia del enfoque de competencias en el campo laboral.

Crecimiento Inmobiliario es un Centro Evaluador de Competencias Laborales acreditado ante CONOCER y enfocado  y especializado  al sector inmobiliario cuyo objetivo es ayudar al sector a profesionalizarse y lograr Asesores Inmobiliarios competitivos.

Actualmente nuestra área de especialización es el sector inmobiliario contamos con EC0110.01 “Asesoría en comercialización de bienes inmuebles”